Crónicas desde Honduras (IV): Fundamentalismos religiosos

Crónicas desde Honduras IV

Presentación del Documental Fundamentalismos religiosos, soporte moral de la dictadura

Este jueves de marzo, la actividad central de la “Gran Movida Feminista” fue la presentación del documental de la Red Lésbica Cattrachas: Fundamentalismos religiosos, soporte moral de la dictadura. Con especial elocuencia, y un enorme trabajo de monitoreo y sistematización de los medios audiovisuales, se documenta allí el posicionamiento golpista de la jerarquía de las iglesias Católica y Evagélica, las que se valieron de los medios de la prensa vendida y de sus serviles comunicadores, para condenar al gobierno de Zelaya y a la resistencia popular avalando el autoritaritarismo del golpe de estado. Las nuevas formas de dictaduras como la de Honduras siguen sosteniéndose moralmente bajo los postulados de los fundamentalismos religiosos, ésos que manifiestan especial ensañamiento sobre los cuerpos y las vidas de quienes se apartan de la heteronormatividad.

El documental trae a la memoria, para que no olvidemos ni perdonemos, el asesinato de 19 activistas de la comunidad LGTTBI perpetrados desde el 28 de junio en adelante. Crímenes de odio asentados en la homo-lesbo-transfobia que padecieron quienes se apartaron de los cánones normativos de los géneros y las sexualidades. Son los transasesinatos, nos decía Indyra Mendoza, la activista que ideó el guión del documental, haciendo referencia al asesinato contra travestis, y que se han multiplicado desde que la comunidad lgtttbi se visibiliza también como parte activa de la Resistencia Popular hondureña.

El film es una fuerte denuncia, y un aporte a la lucha por el juicio y castigo a los responsables materiales y morales de estos asesinatos que, como nos llevan a reflexionar en su presentación, son asesinatos políticos, amparados y justificados por el discurso del fundamentalismo instalado hoy cómodamente en la casa presidencial.

El lugar elegido para esta cita fue en el Café Paradiso, un café ubicado en centro de la ciudad de Tegucigalpa. Su dueña, Anarella Vélez, historiadora, feminista en resistencia y docente universitaria, nos relató que Café Paradiso abrió sus puertas allá por el año 1987. Por ese año ella regresaba de un autoexilio después de otro período de represión en Honduras. “Surgió como un espacio para que nuestros artistas se puedan expresar en libertad. Cada jueves, como hoy, hemos hecho desde hace cerca de 23 años, actividades políticas y artísticas. Y éste es un espacio para eso, para que la gente se pueda expresar en libertad”.

Desde el golpe de estado de Micheletti es el centro de encuentro para Artistas en Resistencia “ha sido un refugio donde la gente que tiene una sensibilidad hacia el arte y que tiene un pensamiento crítico se ha podido reunir para organizar diversas actividades en contra del golpe de estado. Tenemos ese orgullo de haber sido ese espacio tan necesario para que la gente se reúna, se comunique, intercambie ideas, planifique acciones y Paradiso ha jugado ese papel”, nos comentó Anarella.